Estoy seguro de que tu lista de futuros destinos es interminable. A los que nos gusta viajar, tenemos sueños de ir a lugares recónditos como la Antártida, Nueva Zelanda o Isla de Pascua, de vivir experiencias únicas como recorrer Rusia en el Transiberiano o caminar por el Himalaya, pero ¿cómo escoger el próximo destino más allá de los sueños?
En este artículo te voy a explicar las mejores técnicas que usan los expertos viajeros para decidirse por su próximo viaje. Muchas de ellas las he probado en mi vida viajera, y funcionan muy bien para salirse de los típicos destinos que encontramos en las revistas e Instagram de influencers. El mundo es mucho más grande. ¡Descúbrelo!
1. Ponte Límites
Ponerse límites es la mejor forma de fomentar la creatividad. Puede ser cualquier cosa. Desde básicos como el tiempo y el dinero (¿hasta dónde llegaré con 200€ en el bolsillo? ¿cuán lejos de casa llegaré en una semana?), hasta otros más subjetivos como por ejemplo no viajar nunca en avión, solo en transporte terrestre y barcos; o el animarte a hacer un gran viaje en bicicleta – moto – coche antiguo o proponerte conocer a una persona nacida en cada lugar en que pases la noche.
Este juego de los límites da lugar a auténticas filosofías de viaje, así que te animo a que busques qué es superfluo para ti al viajar y abraces tu esencia viajera con fuerza. La idea de viajar por el mundo en bicicleta haciendo el payaso te puede sonar ingenua, pero Álvaro Neil lleva 17 años haciendo de esa su forma de vivir.
2. El clima
La meteorología es uno de los grandes factores que influyen en cómo viajamos. En verano queremos ir a sitios con sol y playa, en invierno donde haya nieve y en primavera donde alegren el campo las flores de colores. Empezar a escoger posibles destinos por el clima es una forma sencilla de irte quedando con los más apetecibles, ya que no es lo mismo disfrutar del Caribe o Asia en época seca que en temporada de lluvias. Tampoco es lo mismo ir a la montaña con verdes prados o una capa de nieve importante.
Hay algunos viajeros que van buscando siempre el calor en sus peripecias, para así llevar menos ropa en la maleta y no preocuparse por este punto, y otros van buscando siempre los climas fríos más extremos, ya que aquí la vida es muy diferente a la que estamos acostumbrados en latitudes más templadas.
Y tú, ¿qué clima quieres cuando viajas?
3. Tipo de viaje
Hay veces que apetece viajar de resort todo incluido, otras de road trip, a veces de mochilero, en ocasiones a la aventura sin saber qué te espera al día siguiente, e incluso puede que de crucero. Como reza el dicho, en la variedad está el gusto, y en cuanto a tipos de viaje, no podría ser más cierto.
Saber de qué forma te apetece viajar te va a ahorrar mucho tiempo, ya que si por ejemplo quieres hacer un road trip, buscarás destinos que tengan carreteras estimulantes, buenos miradores y lugares recónditos a los que llegar en coche. En cambio, si te apetece un crucero, sí o sí vas a visitar lugares costeros. Va inscrito en la forma de viajar.
Aunque haya formas de viajar que no te atraigan en absoluto, como por ejemplo ir de crucero o de mochilero, te aconsejo que hagas pequeñas pruebas de unos días, ya que descubrirás un nuevo mundo. Viajar se trata en parte de aprender.
4. Las aficiones
¿Hay algo más bonito que viajar por el mundo practicando tus aficiones favoritas? Sobra decir que cuando eres un amante de alguna actividad, ya sea surfear, cocinar, fotografiar o correr, ir por el mundo practicando tu afición es de lo más reconfortante. Por un lado, cambias de escenario, algo siempre estimulante, y por otro, conoces los entresijos de esa afición en el otro lado del mundo. No es lo mismo correr una maratón en Nueva York rodeado de miles de personas, que participar en una carrera conmemorativa en Grecia o hacerlo por la montaña. Disciplinas totalmente diferentes, aunque en esencia, sea algo tan sencillo y al alcance de todos como correr.
¿Qué afición te gustaría hacer por todo el mundo? Hacer una lista de lugares a los que te gustaría ir te abrirá los ojos a encontrar destinos menos habituales y a disfrutarlos a tu manera.
El ir a eventos como conciertos, festivales, recreaciones históricas, fiestas gastronómicas o ferias es otra forma de saltar de un lado a otro gozando de las vivencias de cada lugar.
5. Dificultad viajera
Por último, hay que tener en cuenta la dificultad ante el viaje que te gustaría emprender. Hay veces que estamos más vagos y queremos que todo vaya sobre ruedas, por lo que viajar por España o Europa es una apuesta segura: todo va a funcionar bastante bien y estamos acostumbrados a cómo funcionan las cosas.
En cambio, si quieres aventura a raudales, nada como irte con la mochila por Ruanda, México o Nepal, por poner ejemplos de países más caóticos en su día a día que Europa. Seguro que te vas a volver con un montón de historias inspiradoras, pero antes de emprender este tipo de viajes, hay que estar seguro de tener las ganas y la resistencia para afrontar las dificultades. Si no estás muy seguro, lo mejor es ir primero a países más sencillos de visitar, ya sea porque la mayor parte de la población habla inglés o español, porque la cultura es más similar a la tuya, o porque la sociedad está más estandarizada.
Conocer la dificultad del viaje que vas a emprender te va a evitar muchos problemas, y te va a permitir disfrutar mucho más de la experiencia, que al final, es de lo que se trata al viajar.
Estos son los cinco puntos en los que más me fijo cuando quiero emprender un viaje, para ir descartando opciones hasta quedarme con la que realmente me apetece en ese momento. Es importante que escuches lo que te pide el cuerpo, que te llenes de ilusión y emprendas el viaje, ya sea largo o corto, cerca o lejos. Lo importante es que te aporte como persona, y que vuelvas con más entusiasmo que cuando partiste.
