Ahora que llegan las fiestas, es probable que te toque organizar alguna comida o cena en casa. Estas reuniones familiares o con amigos son siempre únicas, y lo más importante es la compañía, pero también hay otras cosas que ayudan a que sean ocasiones especiales. Una de ellas es la mesa.
Aunque muchas veces no se le dé la importancia que realmente tiene, la mesa navideña puede marcar la diferencia entre un encuentro plenamente exitoso o una comida que pasa desapercibida. Si quieres que tu caso se parezca más al primero que al segundo, aquí te vamos a contar qué cosas son las que no pueden faltar nunca en tu mesa de Navidad.
La decoración de tu mesa navideña
La mesa de Navidad no es una mesa cualquiera. Al menos, no lo debe ser. Tiene que destacar y llamar la atención, reflejando el espíritu de esas fechas y, a la vez, la personalidad y los gustos de los anfitriones.
Por eso, lo recomendable es que saques tus mejores galas y empieces con unos buenos manteles sobre los que ir construyendo la decoración y disposición de tu mesa navideña.
Unidas a los manteles, aunque no tienen por qué ir a juego del todo, están las servilletas. Aquí es donde puedes sacar tu toque más atrevido y darle un poco de color al asunto. Junto a las servilletas, claro está, otros elementos accesorios o decorativos que también vayan a juego, como los propios servilleteros, los posavasos, las velas, etc.
No hay que olvidarse de que en la mesa se come y se bebe. Así que, lo que no puede faltar para ninguno de los invitados son instrumentos para que lo hagan del mejor modo. Y es que, con los platos, cubiertos, vasos y copas adecuadas, ¡las comidas y bebidas saben mucho mejor!
Un menú completo para tu comida navideña
Ya que hemos sacado el tema, es mejor abordarlo directamente. La comida y la bebida tienen que estar a la altura de la ocasión y de los invitados. Así que no vamos a escatimar. ¡Un día es un día!
Lo primero, los entrantes. En una mesa de Navidad que se precie, si hay algo que no puede faltar es el jamón. Y, quien dice jamón, dice también otros productos que se sirven fríos como lomo, chorizo, salchichón, quesos, etc. Si eres vegetariano o vegano, también puedes recurrir a otros entrantes como el hummus, verduras a la plancha, etc.
Esto puede depender un poco según las costumbres y tradiciones de cada familia y, por supuesto, de cada región. Pero suelen suponer un buen comienzo para estas reuniones familiares tan gastronómicas.
Una vez que ya se ha abierto el apetito, se puede empezar a sacar algún plato más caliente, como una buena sopa o crema de marisco. Aunque, hablando de marisco, quién le dice que no a unos buenos langostinos, ¿verdad? La mayonesa, salsa rosa o demás recetas, las dejamos a gusto del comensal.
Es cierto que, a estas alturas, ya ha pasado bastante comida por delante de nuestros ojos y bocas. Pero hay que dejar un poco de hueco en el estómago para los platos principales, que son el momento culmen y donde más se suele esmerar el anfitrión.
Algunas familias optan por pescados o mariscos. Aquí, la elección es más personal, aunque algo clásico en la mesa es el besugo. Pero hay muchas otras recetas aptas para estas fechas con merluza, rape o bacalao, por poner algún ejemplo.
En lo que se refiere a las carnes, también es la región la que marca las tradiciones, aunque la mayoría de las mesas de Navidad suelen dejar este espacio central para el pollo, el pavo o el cordero al horno.
Si queda algo de apetito, los más golosos no perdonarán los postres. Y es que, aunque muchos apenas puedan probar un bocado, una mesa navideña de verdad no se culmina sin los postres más clásicos, como turrones, polvorones o mazapanes.
¿Y las bebidas?
Tranquilos, que no nos hemos olvidado de las bebidas. Al contrario, como les damos tanta importancia, las hemos dejado para el final, para que no se te olviden cuáles son las bebidas que tienes que tener en tu mesa esta Navidad.
Como no podía ser de otra manera, estando además donde estamos, el vino tiene que ser la pareja de baile de tus copas. Pero, ¿qué vino? No hace falta elegir solo uno. Al contrario, la cena de Navidad perfecta tendrá que contar con los vinos adecuados para cada uno de los momentos en que se tercien.
Así, con los entrantes y los pescados, lo mejor es contar con un vino como el Vivanco Viura-Tempranillo Blanco-Maturana Blanca, ideal para acompañar esos primeros bocados tan apetitosos. Para los amantes de la carne y del vino tinto, la propuesta de estas fiestas es nuestro Vivanco Crianza. Pero no termina aquí la cosa, porque todavía quedan por llegar los postres y la mejor manera de degustarlos es acompañándolos de un vino dulce, como nuestro Colección Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno, ideal para cerrar la velada.
Estas son las cosas que no pueden faltar este año en tu mesa navideña. No es tan difícil como pensabas, ¿verdad? Pues ahora que ya tienes las claves, ¡a disfrutar! ¡Felices fiestas a todos!