Si hay un país que se asocia con el vino mundialmente es Francia. Hasta el año 2015 era el mayor productor de vino del mundo, así como el mayor consumidor (aunque en cifras per cápita el ránking lo encabeza El Vaticano). Pero las estadísticas tuvieron un sorprendente vuelco ese mismo año. En 2015, Italia destronó a Francia para convertirse en el mayor productor mundial de vino. Algo parecido ocurrió con el consumo de este preciado líquido. En 2015 fue Estados Unidos quien encabezó la lista de países con mayor consumo de vino del mundo, seguido de Francia y Alemania.
Actualmente el vino vive una especie de época dorada con los niveles, tanto de consumo como de producción, en ascenso. El mayor aprecio por el sabor de esta bebida fuera de Europa y la publicación en los últimos años de numerosos estudios que alaban los beneficios de su consumo han sido algunas de las razones del aumento de su popularidad. Estudios científicos confirman que el consumo de vino contribuye a reducir la obesidad y el sobrepeso al envejecer, ayuda a combatir las bacterias bucales, mejora la función cognitiva, reduce el riesgo de cáncer tanto en hombres como en mujeres, así como contribuye a aumentar los niveles de colesterol “bueno” en sangre y previene las complicaciones cardiovasculares. Además, científicos de Canadá descubrieron que el consumo de un vaso de vino tinto equivale a una hora de ejercicio ya que mejora la función cardíaca y fortalece los músculos.
UN PASO MÁS: LA VINOTERAPIA
Pero existe una creciente tendencia a aprovechar los beneficios del vino en un nuevo ámbito: el aspecto físico. De ahí surgió la denominada vinoterapia, colocando a Francia de nuevo en el centro del escenario vinícola. La vinoterapia fue creada por Mathilde Cathiard-Thomas y su marido Bertrand Thomas. A mediados de los años 90 descubrieron los poderosos efectos de las semillas de uva, de la piel y de los tallos de la piel de la uva gracias al trabajo de un profesor de la Facultad de Farmacia de Burdeos.
Vinoterapia. Autor: Divineshop
A raíz de su descubrimiento, Thomas inició la distribución de una línea de productos de belleza a base de derivados de la uva. La apertura del primer spa de vino del mundo en 1999, Les Sources de Caudalie, situado en un castillo en la región de Burdeos, gozó de un gran éxito. El tratamiento original se iniciaba con una exfoliación corporal a base de uva machacada y proseguía con un baño de inmersión en vino tinto, finalizando con un masaje relajante con aceite de semillas de uva.
Hoy este tipo de tratamiento se ha expandido por otros países, teniendo posibilidad de realizarse baños de vino no sólo en Francia, sino también en otros países como España, Italia, Argentina o Brasil.
La vinoterapia se utiliza habitualmente para limpiar y purificar la piel, gracias a que el vino contiene antioxidantes, que tienen la propiedad de neutralizar los radicales libres, los responsables de la oxidación de las células de la piel, provocando su envejecimiento. El vino ayuda a estimular la circulación sanguínea, a mantener la dermis mucho más elástica y vitaminada, al aportar además de vitaminas también sales minerales, proteínas, enzimas y polifenoles. Además, favorece la desintoxicación, proporciona sensación de bienestar y relajación, ayuda a tonificar los senos, reducir el abdomen, a reafirmar los glúteos y a dar una mayor consistencia a los músculos de los brazos, contribuyendo al funcionamiento del organismo en general.
Baños en vino tinto. Autor: Stylevitae
En un principio, la vinoterapia solo estaría contraindicada para las personas alérgicas al vino o a sus compuestos, así como a mujeres embarazadas, en los hidromasajes que contengan vino. Las personas que tengan la tensión alta también deben consultar con su médico o un experto antes de realizar este tratamiento. Debido a su contenido alcohólico, el vino aplicado sobre la piel puede causar una ligera deshidratación.
Algunos de los vinos más utilizados en vinoterapia son, por sus propiedades, el Lambrusco (rico en minerales, que ayuda al mantenimiento de la piel), el Sauvignon (con propideades tranquilizantes, usado habitualmente para dar masajes), el Chianti (con propiedades relajantes), el Cabernet o Merlot (ayuda a eliminar las células muertas de la piel) y el Rioja (aplicado en varios tratamientos de salud y cosméticos).
Cada vez son más las personas que se animan a un tratamiento a base de vino. ¿Te animas a vivir la experiencia?
Imagen portada: Hacienda del Sol
