Según el diccionario Larouse Gastronomique: “Las tapas son un surtido de entremeses o bocados de aperitivo que se sirven en España, para acompañar el jerez, la manzanilla, la cerveza, el vino local u otra bebida”. Incide este diccionario en que: “en España está muy difundida la costumbre de tomar tapas a la hora del aperitivo” y que “en ocasiones las mismas ejercen la función de comida entera, puesto que son variadas y abundantes”. Sin duda, una visión muy ajustada, de una forma de disfrutar de la comida tradicional española, que además hemos exportado al mundo con bocados tan deliciosos como las patatas bravas, los mejillones en escabeche, las frituras, las croquetas y un largo etcétera.
Las tapas se transforman en pintxos en el País Vasco, y la gente no se va de tapas, se van de pinchos. En ciudades como Granada, la tapa se convierte en ración y va implícita al pedir la bebida. En otras zonas como en la calle Laurel de Logroño o el Barrio Húmedo en León es frecuente tomar un vino y acompañarlo con una buena tapa a precio muy moderado y así hacer el recorrido de un establecimiento a otro, ya que cada lugar tiene sus especialidades. Versiones hay para todos los gustos, aunque la clave es no tapear solo, ni en un solo sitio.
Croquetas, una de las protagonistas de la oferta de tapas. Autor: Jonathan Pincas
Al parecer, el origen etimológico viene de la costumbre de tapar los vasos de vino en tabernas y mesones con una rebanada de pan que se complementaría con el embutido o queso que se cortaba directamente con el cuchillo y que se colocaba encima de la rebanada. ¿La razón? Posiblemente la ausencia de platos, también que no entrasen insectos en el vino o incluso polvo. Se atribuye la ocurrencia a Alfonso X el Sabio y su recomendación de tomar algo junto con el vino para evitar los excesos del alcohol.
Las características barras de bares de San Sebastián repletas de pintxos. Autor: Marcus Hansson
Es frecuente encontrarse en la puerta de algunos locales en Nueva York, Londres o Dublín, letreros que hacen referencia a las tapas españolas. Tapear en nuestro país se ha convertido en una forma de socialización e incluso ha cambiado la morfología de barrios enteros, como sucede en San Sebastián, Logroño, León o Madrid, donde algunos se han transformado en hervideros de personas peregrinando de un bar a otro a la búsqueda del disfrute de las diferentes especialidades. Esa informalidad, el bullicio y la versatilidad que ofrece comer de tapeo es uno de los atractivos, por el que las tapas triunfan en medio mundo.
Las patatas bravas son mundialmente conocidas y tienen con infinidad de variantes en su preparación. Autor: Krista
Al calor del furor por el tapeo, han nacido multitud de establecimientos, también denominados gastrobares donde se ha elevado esa cocina informal a niveles de alta cocina como es el caso de Tickets, de Albert Adriá en Barcelona (uno de los cincuenta mejores restaurantes del mundo), Tondeluna de Francis Paniego en Logroño o Estado Puro de Paco Roncero en Madrid. No es un tapeo de bar en bar, de barra en barra, la mayoría de estos locales disponen de mesas altas y bajas, donde se pueden comer tapas frías y calientes y donde con frecuencia se introduce cocina en miniatura internacional como sushi japonés o los ceviches peruanos, eso sí, bellamente presentados y excelentemente cocinados.
Jamón de Guijuelo, es más laureado del mundo. Autor: Valdavia
Las tapas más solicitadas son las de croquetas de jamón, los boquerones en vinagre, las de embutidos: principalmente las que contienen jamón ibérico, las patatas bravas, la tortilla de patata, el marisco, las gambas en gabardina, las aceitunas aliñadas o los calamares fritos… muchas de las cuales son auténticas exquisiteces que elaboran chefs como José Andrés en Washington o Nacho Manzano en sus restaurantes en Londres.
La mejor bebida con una tapa es la que más apetezca. Desde Vivanco te proponemos acompañarlo con un buen vino que no hará más que potenciar la placentera experiencia de comer una tapa.
¡Que aproveche!