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Blog Vivanco: #CulturaDeVino
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5 series de televisión en las que el vino tiene un papel destacado

television mando distancia

Hace mucho que el vino se convirtió en un elemento más del mundo ficticio que muestra el cine; a veces, con gran protagonismo. Películas como Un buen año, Entre copas o Un paseo por las nubes constituyen una prolongación en celuloide de lo que antes ya llevaban a cabo otras artes, como la pintura o la literatura.

Ahora, con el auge de las series televisivas, aparece un medio más donde asumir relevancia. De momento, salvo alguna excepción, todavía lo hace con cierta aparente discreción pero lo suficientemente llamativa como para que nos fijemos bien en la televisión y descubramos cinco series en las que el vino trasciende -o esta a apunto de ello- el carácter de mero elemento de atrezzo para convertirse en un elemento habitual.

1. The Big Bang Theory

“¿Penny, Penny, Penny?” La compulsiva necesidad de Sheldon Cooper al llamar a la puerta de su vecina suele interrumpir tanto el sueño como el relax a través de una copa de vino. Penny, que por cierto lo prefiere blanco, supera el clásico gusto estadounidense por la cerveza con esa devoción hacia el caldo de la uva que allí suele ligarse a un estatus socioeconómico superior y, sobre todo, a una manera sibarita de rematar una jornada (sólo comparable a tomar un baño rodeado de velas).

La serie creada por Jim Parsons y Chuch Lorre fue una de las grandes sensaciones televisivas de la última década en la modalidad de sitcom y ahora vivirá un epílogo (o mejor precuela) con El joven Sheldon; eso sí, será sin Penny y, por tanto, sin vino. Al menos, en principio.

2. Homeland

Lo comentado antes respecto a relajarse tras un día duro sirve también para esta serie estadounidense, adaptación de otra israelí, cuya protagonista es de las que tienen que pasar por jornadas estresantes con mayúsculas. Las bombas, conspiraciones, terroristas y el trastorno bipolar con los que Carrie Mathison debe lidiar a diario se llevan mejor, qué duda cabe, con una copa de vino -en su caso tinto- al regresar al hogar por la noche. Lo vimos en no pocos capítulos.

3. Downtown Abbey

Pudimos asistir a las historias de la familia Crowley, que lidera la condesa Violet interpretada por Maggie Smith, durante seis temporadas desde 2010. Una serie ambientada
en la clase alta tenía que ceder un papel notable al vino, que cumplió el estereotipo de aparecer siempre ligado a cierta exquisitez frente a bebidas más populares como la cerveza, aunque ello no sea más que un tópico.

Así, esos estirados británicos del Yorkshire de principios del siglo XX se reúnen en sus largas mesas servidas por criados acompañados de copas de vino y sherry, rompiendo las estadísticas que indican que en la Gran Bretaña de entonces el consumo de vino no pasaba de un par de botellas anuales por persona.

4. Mad Men

¿Quién podía imaginar que algo a priori tan soso como una agencia de publicidad podía dar tanto juego? Los que trabajaban para la neoyorquina Sterling Cooper & Partners se encargaron de demostrarnos lo equivocados que estábamos con esa idea y, desde 2007 hasta 2015, Mad men ganó quince premios Emmy y cuatro Globos de Oro.

Y, por supuesto, los personajes suelen aparecer en casi todos los episodios solazándose con el vino, aunque en ese sentido la atención recae sobre todo en Betty Draper (January Jones), la esposa del dueño de la agencia. Hasta tal punto tienen presencia los caldos (y otras bebidas alcohólicas) que ello constituyó el argumento de un capítulo de la sexta temporada, si bien ya había referencias anteriores.

5. Juego de Tronos

Difícilmente se encontrará mayor presencia de vino en una serie -al margen de las citadas hasta ahora, que tratan el sector de forma específica- que la triunfal adaptación televisiva de las novelas que George R. R. Martin publica bajo el epígrafe común de Canción de hielo y fuego.

Juego de tronos se ha convertido en un fenómeno de masas desde su estreno en 2011 y en ese universo imaginario llamado Poniente raro es el episodio en el que algún personaje no beba vino, bien de forma sibarita como Cersei -que parece la más aficionada-, bien de manera más desatada y en contexto báquico, como su hermano Tyrion, o bien a modo ceremonial, en los ambientes cortesanos.

Mención aparte merece el papel del vino como medio de asesinato, pues son varios los personajes asesinados tras consumir una copa envenenada, desde el rey Joffrey Baratheon a Aegon Targaryen. Una muerte dulce comparada con las que nos acostumbran a mostrar.

En fin, la cosa no queda ahí. Basta con echar un vistazo al televisor para, a manera de bonus, encontrar más series donde algunos personajes son buenos aficionados al vino o, al menos, consumidores frecuentes. De hecho, no se trata de algo reciente. Recordemos que el decano enológico de la pequeña pantalla fue Falcon Crest, estrenada en 1981 como versión estadounidense de las telenovelas latinas pero envuelta en el celofán de un presupuesto superior y unos intérpretes hollywoodienses menores que, no obstante, enseguida se hicieron muy populares: Jane Wyman, Lorenzo Lamas, Robert Foxworth, Rod Taylor… con periódicas estrellas invitadas como Gina Lollobrigida, Lana Turner o César Romero.

Éxito absoluto de audiencia en Europa (y muy especialmente en España), paradójicamente no tuvo tanto en su país de origen, al menos en comparación con otras producciones de su época como Dallas o Dinastía. Quizá porque el negocio de viñedos en California que llevaba a la rivalidad entre dos familias propietarias, los Gioberti y los Agretti, se quedaba un poco pequeño ante las dimensiones del petrolífero de las otras series.

España, no podía quedar al margen del tema y también tuvo dos importantes aportaciones. Muchos consideraron Gran Reserva una versión nacional de Falcon Crest, aunque, a pesar de que también había dos familias antagonistas, los Cortázar y los Reverte, en realidad esta producción rodada en La Rioja (concretamente en Briones) tenía una trama más de thriller y dedicaba mayor atención al vino. Protagonizada por Emilio Gutiérrez Caba, Tristán Ulloa, Ángela Molina y Paula Echevarría, el público respondió lo suficientemente bien como para que se rodaran tres temporadas y hasta un spin off titulado Gran Reserva. El origen, que dejaba el tono policíaco para adoptar otro más cercano a la telenovela.

Tampoco se puede obviar uno de ellos grandes éxitos de audiencia de la historia de TVE, Cuéntame cómo pasó. Entre los muchos y diversos avatares por los que han pasado los Alcántara figura el encargarse de una bodega en Sagrillas, el albaceteño pero ficticio (los exteriores corresponden a Arahuetes, Segovia) pueblo natal del protagonista, Antonio (Imanol Arias). Uno más de sus múltiples intentos en el mundo de los negocios pero que en el episodio 302º de la 17º temporada se tradujo en una escena muy a propósito: bajo el título Mala uva, la familia se encuentra con una huelga de jornaleros y todos los miembros deben ponerse manos a la obra a vendimiar para que no se pierda la cosecha de uvas.

Y, rizando el rizo, la ficción se convierte en realidad cuando nos enteramos de que algunas de las series reseñadas comercializaron colecciones de vinos inspiradas en los caldos de sus episodios. Así, una bodega australiana ha sacado al mercado una colección de doce vinos de Juego de tronos (Wines of Westeros, se llama), otra francesa ha hecho lo mismo con un tinto y un blanco de Downtown Abbey (en una caja de época y todo). Claro que no se trata de algo nuevo, pues incluso Falcon Crest hizo lo mismo en su día y, en esa línea, le siguieron Los Soprano (con vinos italianos, por supuesto) y Los Simpson (en edición limitada).

Tratando de vinos, tenemos que acabar hablando otra vez en español. A finales de enero se estrenó Sí, quedo, una webserie de tres capítulos que tiene la originalidad de exhibirse sólo en digital, por las redes sociales. No sólo tiene un bar de vinos como escenario principal sino que esa bebida constituye el leiv motiv de una participación interactiva de los espectadores; no en vano, está producida por la OIVE (Organización Interprofesional del Vino en España).

Guillermo Carvajal
En la blogosfera desde 2005 con La Brújula Verde. También escribe en su blog más personal, guillermocarvajal.net y en v.labrujulaverde.com. Desde Tylium.es trabaja creando y gestionando contenidos y publicidad para empresas, especialmente centrados en el turismo y los viajes. Fanático de los productos Apple, la historia clásica y Bob Dylan.

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