Si nos paramos a pensar en alimentos que satisfacen plenamente nuestros sentidos, en seguida vendrá a nuestra mente el chocolate. Sacia nuestro deseo, está asociado al poder y por supuesto es objeto de placer. La simple idea de maridar vino y chocolate ya nos intriga y satisface.
El sábado 26 de septiembre realizaremos un curso de maridaje (2 horas de duración) en el que a través de 7 de nuestros mejores vinos y 6 cacaos seleccionados de diferentes procedencias, encontraremos la armonía perfecta entre ambos alimentos. Un poco más abajo detallamos los diferentes vinos y chocolates que utilizaremos. El objetivo es que después del curso podáis experimentar y realizar maridajes con vino y chocolate (u otros alimentos) por vuestra cuenta.
Maridaje
Maridar es el ejercicio de unir dos elementos que, cuando se combinan, potencian y mejoran sus características. Un maridaje se puede realizar por compensación o similitud. Lo más común y accesible para todo el mundo es el ejercicio de unir comida y bebida.
Los sentidos que utilizaremos en el análisis sensorial o “cata” son: vista, olfato, gusto y tacto. El placer vendrá de la satisfacción que provoca la unión de comida y vino en nuestros sentidos, 2 elementos que ya por separado nos agradan.
Si queréis refrescar la memoria podéis leer el post en el que os recomendábamos 5 consejos para maridiar con vino
Chocolate…
«Cuando los españoles conquistaron Méjico entre 1518 y 1521, vieron que los habitantes del país bebían una especie de sustancia turbia, techocolate, que se apresuraron a probar, y les pareció la cosa más detestable. Al declarar este alimento digno de ser propinado a malhechores y criminales, analizaron las materias que lo componían. Vieron entonces primero una especie de haba. Examinaron después unos granos redondos de color amarillo y ciertos frutos rojos y relucientes. Averiguaron que el haba daba una especie de pasta oleosa a la que añadían una arte de harina, que se obtenía moliendo los granos amarillos, y una parte de los frutos rojos, y del conjunto, bien machacado y unido, resultaba el delicioso alimento tradicional de los mejicanos. El haba en cuestión no era más que el cacao, el cual proporcionaba a la oleosa bebida su amargura, el grano amarillo era el maíz, y en cuanto al fruto rojo, no era más que ese pimiento que al probarlo incendia nuestro paladar.
Los españoles no hicieron gran caso de este alimento, pero separando las materias que lo constituían, notaron que el fruto rojo era un condimento de primer orden, aunque muy fuerte para ser tomado en semejante dosis, y lo separaron con objeto de darle otra aplicación mas provechosa y eficaz. El grano amarillo produjo una harina, que con un poco de sal, les pareció aceptable y en extremo sustanciosa. En cuanto al haba grasienta, al observar desde luego que su jugo era excesivamente amargo, lo azucararon convenientemente para contrarrestar sus efectos. Y de este modo quedó inventado el chocolate».
El cacao tiene una corteza rugosa de casi 4 cm de espesor. Está rellena de una pulpa rosada viscosa, dulce y comestible, que encierra de 30 a 50 granos largos (blancos y carnosos) acomodados en filas en el enrejado que forma esa pulpa. Los granos o habas del cacao tienen la forma de las judías: dos partes y un germen rodeados de una envoltura rica en tanino. Su sabor en bruto es muy amargo y astringente.
… Y el vino
Nuestro maridaje de vino y chocolate nace del viñedo, del paisaje, de las variedades de uva autóctonas de Rioja, que junto a los mejores cacaos seleccionados de diferentes orígenes, y atemperados por artesanas manos, nos permitirán conocer qué criterios debemos seguir a la hora de realizar un maridaje. Aprenderemos cómo las características de 2 alimentos (en este caso, vino y chocolate) pueden combinarse para mejorar las cualidades de ambos, o cómo pueden empeorar si sus características no se complementan entre ellos.
Maridando Vino y Chocolate
1. Vivanco Rosado y chocolate blanco belga
Nuestro Vivanco Rosado se elabora con las variedades Tempranillo (85%) y Garnacha (15%). Es un vino muy fresco y floral, con una acidez muy equilibrada y un final afrutado y goloso.
El chocolate blanco belga se elabora con un 100% de manteca de cacao, selección de leche en polvo premium, azúcar fino y un toque de vainilla Bourbon. Tiene una compleja gama de sabores desde los más cremosos a los más refinados, con sutiles toques a caramelo.
Se aprecia un sabor intenso a leche fresca, no muy dulce. Es particularmente redondo y cremoso en su textura, y deja paso a pinceladas de mantequilla y caramelo, mieles y pastelería.
2. Vivanco Crianza y chocolate con leche (32% de cacao) de la Isla de Java.
Elaobrado con la variedad Tempranillo, Vivanco Crianza es un vino muy fresco y elegante con aromas a frutos rojos y notas especiadas y de regaliz.
En el caso del chocolate seleccionado, su origen es la isla de Java, una de las más de 700 que hay en Indonesia. Los templos de Borobudur y Prambanan dejan extasiado al visitante que llega a este antiguo complejo de templos hinduistas.
Es un chocolate con leche de color muy pálido y sabor dulce. Seduce el olfato con un toque de regaliz y de canela. En la boca es soprednetemente redondo y cremoso en su textura, dejando paso a pinceladas de mantequilla y caramelo, vainilla y frutos amarillos. Su acidez afrutada le aporta una frescura agradable.
3. Colección Vivanco Parcelas de Garnacha y chocolate negro, variedad Criollo, (78% de cacao) procedente de México.
Colección Vivanco Parcelas de Garnacha es un vino con abundantes frutas rojas (grosellas, frambuesas), lilas y balsámicos.
Este chocolate está elaborado con cacao Criollo, proveniente de Oaxaca y Chiapas, cuna y origen del chocolate. Es un muy ligero y de tinte rojizo.
Los primeros aromas descubren un agradable sabor amargo, que recuerdan al café Arábica tostado, a moca y a maderas exóticas. A continuación surgen la canela y un fuerte componente de frutas rojas, agradablemente maduras y confitadas. Al final queda una impresión a moca y cappuccino.
4. Colección Vivanco Parcelas de Mazuelo y chocolate negro, variedad Forastero, (70% de cacao) procedente de Sao Thomé.
Colección Vivanco Parcelas de Mazuelo es un vino afrutado, balsámico, con un tanino suave y un final largo, potente, complejo y persistente.
Sao Thomé es una isla situada en el Golfo de Guinea, frente a la costa occidental de África. Presenta una impresionante variedad de paisajes y condiciones climáticas.
Este chocolate tiene una gran concentración de cacao. Su aroma es ligeramente especiado, con un toque tostado y recuedos a capuchino. Al principio, su sabor es de un agradable dulce-amargo, amplio y afrutado con pinceladas de frutos negros confitados; para luego volverse floral con toques de granos de café. Su gusto final deja paso a finos toques de roble.
5. Colección Vivanco Parcelas de Maturana tinta y chocolate negro, variedad Trinitario, (67% de cacao) procedente de Brasil.
Nuestro Colección Vivanco Parcelas de Maturana tinta es muy balsámico, mineral, con sensaciones también especiadas (se repite la pimienta, flor de rosa, comino, clavo), con un paso elegante, vibrante y largo en el posgusto.
El chocolate Trinitario es un híbrido natural surgido en la isla de Trinidad entre las variedades Criollo y Forastero. Es el tipo de cacao más extendido por su versatilidad y equilibrio.
Posee un sabor poderoso, en el que dominan maderas exóticas como sándalo y cedro del Líbano. Posteriormente deja paso a un amargor positivo. Tras un tiempo en la boca, experimentamos con claridad un corazón afrutado de arándanos, con un gran cuerpo e improntas de regaliz y granos de café tostados. Tiene un final especiado, con toques de ginseng y frutos negros.
6. Colección Vivanco Parcelas de Graciano y chocolate negro, variedad Satongo, (72% de cacao) procedente de Tanzania y Ghana.
En este caso, Colección Vivanco Parcelas de Graciano es un vino con aromas a frutas negras maduras (moras, ciruelas) sobre una gran cantidad de aromas florales (violetas), chocolate, mentolados.
En cuanto al cacao, la variedad Satongo proporciona a este chocolate un comienzo fino y delicado, con recuerdos de avellanas, y una sombra de trufa negra. Notamos también un toque ligeramente tostado de granos de café. Al equilibrado amargor del comienzo le sigue un delicioso toque cremoso y, a continuación, apreciamos un fuerte temperamento afrutado, en el que se reconocen principalmente el mirtilo y el arándano rojo. Final, jugoso y muy afrutado.
7. Colección Vivanco 4 Varietales
En este caso, maridaremos nuestro Colección Vivanco 4 Varietales con todos los chocolates anteriores. De esta manera veremos cómo puede variar nuestra percepción del vino al probarlo con diferentes variedades de chocolate (o alimentos). Y cómo sobre gustos no hay nada escrito, descubriremos qué tipo de maridaje nos gusta más a cada uno.
Y a vosotros, ¿cuál de estos maridajes créeis que os gustaría más?
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Muy buen post y muy trabajado, me encantan las gráficas que habéis puesto en los maridajes de vino y chocolate, enhorabuena.